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Entrevista a Géza Szilvay, creador del Método Colourstrings

“Quería crear un método que permitiese llegar a un nivel profesional con una sonrisa"

Una entrevista de Andrés Ortiz

El próximo mes de julio impartirá un curso sobre el Método Colourstrings en CEPIC, Madrid. ¿Cuáles son los aspectos principales de este método?
Lo pensé para mi hija, y espero que todo profesor se dé cuenta de que en él se encuentra el amor de un padre hacia su hijo. Era consciente de que ella tenía un talento excepcional, y quería crear un método que permitiese llegar a un nivel profesional, dándole al niño todas las posibilidades técnicas, musicales e intelectuales para alcanzar un alto nivel, pero con una sonrisa. Oficialmente decimos que se trata de un método centrado en el niño, pero añadiría que es un método muy técnico que pese a este enfoque pragmático nunca se realiza a costa del niño. El niño no es un robot. Con una cierta cantidad de estudio diario y con una sonrisa, puede desarrollarse bien.

¿Qué influencias tiene este método de otras pedagogías?
Al principio, siendo húngaro, me ceñía a un solo método,  el de Kódaly, ya que estábamos formados en él, estaba en mi sangre,  en mi día a día… Y me preguntaba si existirían otros métodos, otros sistemas pedagógicos. Hice un curso con Suzuki, que vino a Finlandia. Hice también un curso con Paul Rolland y nos hicimos amigos. Tomé muchas ideas de ambos y las incorporé a mi propio sistema, que está totalmente basado en los principios de Kódaly. Ahora que he superado los 70 años, puedo decir que los principios Kódaly son los que mejor responden a todas las necesidades del niño para convertirse en un buen músico.

¿Qué más puede decirnos sobre su educación en Hungría?
Estudié en el Conservatorio de Budapest, después en la Academia Franz Liszt y me gradué en el 66. Nací en una familia de músicos, así que mis hermanos también eran músicos y formamos un cuarteto, el cuarteto Szilvay, con el que ganamos el Concurso Nacional de Hungría, donde llegamos a ser muy conocidos en los años 60. Esa es mi trayectoria como músico de cámara. Con el cuarteto viajábamos fuera del país y así es como vine a Finlandia. En Hungría, entonces, durante los años 50 de mi infancia o los 60 de mi época universitaria, la educación musical era de gran calidad. No exagero si digo que en los 50 y en los 60 Hungría era una gran potencia musical.

¿Qué panorama musical se encontró en Finlandia cuando llegó en los años 70?
Cuando llegué, el sistema de escuelas de música finlandés estaba empezando. Ellos pensaban que viniendo de Hungría sería un buen ejemplo. Y creo que satisfice esas expectativas, ya que mis orquestas fueron la motivación para una buena enseñanza de cuerda en Finlandia. Eramos el ejemplo de lo que se puede conseguir con una buena educación musical. Esas eran las expectativas de los finlandeses, que me invitaron para hacer un trabajo aquí que suscitara el interés de los profesores, y lo llevé a cabo con la enseñanza individual, de grupos de cámara y de orquesta. Aparte de mi trabajo cotidiano, realicé un programa de televisión con mis alumnos y esto revolucionó la enseñanza en Finlandia. Cambió la actitud de los profesores, los padres y los niños. Y miles de niños empezaron a tocar instrumentos a raíz de este programa de televisión.
Al principio eran programas muy cortos, de 10 o 15 minutos. Empezaban con clases individuales, después clases de pequeños grupos y al final siempre tocaba mi orquesta. El programa se repitió infinidad de veces, desde 1977 hasta 1985 o 1986. Fue un programa muy popular.

La educación en Finlandia tiene una gran reputación, ¿qué opina del estado actual de la educación general y de la musical en particular en este país?
Creo que la educación general y la educación musical en Finlandia han sido buenas durante estos últimos 20 o 30 años, pero me temo que ahora se está produciendo un declive, a no ser que ocurra algo. No pienses que digo esto porque soy mayor y ya no estoy yo en la escuela, pero creo que es una tendencia general. A nivel mundial la música clásica se ha convertido en algo marginal, hay menos gente involucrada, menos dinero, menos sponsors, menos atención a la música… En muchos países se considera un museo. La nueva generación, y por eso estoy muy feliz de que me haya invitado una organización joven como la vuestra, tiene que volver a desarrollar toda este sistema a pesar de la situación. La semana pasada me hicieron la misma pregunta en la televisión finlandesa y contesté que cuando era joven tenía que desarrollar la música clásica aquí, y ahora tengo que defenderla. Es una diferencia muy grande. Entonces subíamos una montaña, y ahora tenemos que mantener esta situación y defenderla.

Cuéntenos más sobre su trabajo con orquestas jóvenes.
La Orquesta de los International Minifiddlers está formada por niños de 7 a 10 años; la Helsinki Children Strings,  por niños de 10 a 15 años; la Helsinki Junior Strings, por chicos de 15 a 18, y la Helsinki Strings, por jóvenes de entre 19 y 22 años. Con la Helsinki Junior Strings y con la Helsinki Strings hicimos más de 30 discos y más de 30 giras internacionales. Recorrimos Europa, Japón, China, América… Hicimos conciertos profesionales en todos esos lugares y realizamos grabaciones para sellos discográficos profesionales.
No diría que es un error; pero, si mezclamos el viento y la cuerda muy pronto, no alcanzaremos un nivel muy alto. No hay un verdadero repertorio para esta formación. Con las cuerdas se pueden encontrar obras desde el Concierto en la menor de Vivaldi hasta otras muy avanzadas escritas por los más grandes compositores. Claro, que se pueden hacer arreglos, pero creo que es mejor formar por separado al viento y a la cuerda, y cuando alcanzan el mismo nivel (los instrumentistas de cuerda suelen llegar a un alto nivel a una edad más temprana), juntarlos. Así que la orquesta sinfónica quedaría para los niveles superiores.

¿A qué edad comienza a enseñar a los niños a tocar el violín?
Mi hija tenía 4 años cuando empecé a enseñarle. En ese momento empecé también con varios niños que tenían también 4 años. Después sentí que estaba trabajando a costa de los niños. La infancia es el periodo más corto de la vida: ¿por qué poner esta "carga" sobre el niño? Pongo la palabra carga entre comillas, porque para la mayoría de los alumnos lo es. Y te diré por qué: por la postura. La postura del violín es tan antinatural… Así que ahora que soy abuelo prefiero empezar cuando el niño tiene 6 años. Creo que ese es un buen momento: 6, 7, 8…; 9 puede ser algo tarde, pero no hay prisa. Creo que en función del niño, la motivación, la capacidad, esa es una buena edad, pero yo diría que, en general, no menos de 5 años.

Qué diferencias hay entre la forma de abordar la enseñanza de principiantes en su método y en otras pedagogías?
No hay diferencias como tal con los métodos tradicionales. Hay algunas novedades que he podido aportar. Una de ellas es muy propia de Kódaly: tenía que conectar el trabajo instrumental con la lectura musical. La lectura lo convierte en algo intelectual. La idea principal es que el movimiento, el oído, el intelecto y las emociones se encuentren en una especie de equilibrio, en armonía. E intento que en los libros, de alguna manera, estos elementos estén equilibrados. No necesariamente cada semana, pero cada mes, la técnica, la comprensión, el oído y la emoción se equilibran. La lectura, que como decía Suzuki, es una carga al principio, se hace más interesante. Simplifiqué la lectura con colores en una sola línea. Así, Colourstrings les permite leer, lo que es una gran ventaja, porque de este modo el intelecto del niño avanza junto a su progreso global.
También pude añadir otras novedades. Por ejemplo, Rolland empezó a trabajar  con armónicos, pero no de forma sistemática, así que le agradezco el haberme llevado en esa dirección. Así pude continuar lo que seguramente habría hecho él si no hubiese muerto tan pronto. Nos dimos cuenta de que de esta forma, sin presionar las cuerdas, la mano izquierda está muy ligera y se puede mover por todo el diapasón. Utilizo los armónicos naturales, de una forma novedosa, también en primera posición. Después está el pizzicato de mano izquierda. Lo utilizo no solo como Rolland, con el cuarto dedo, sino con todos los dedos en cuarta posición: el primer dedo en la cuerda de sol, el segundo dedo en la de re, el tercero en la de la y el cuarto en la de mi. Así, antes de enseñar a los niños a usar los dedos para bajar las cuerdas, estamos haciendo que los dedos sean independientes con este movimiento de pizzicato. Esto es importante, porque si pones a los niños a afinar inmediatamente, supone una carga. La afinación es un  punto fuerte en un profesor de Colourstrings. Después aprendí a trabajar con los niños manualmente. Y esto es algo que me gustaría enseñar a los asistentes al curso de Madrid. Cómo trabajar con principiantes, cómo guiar el arco, cómo trabajar con el niño como en un tándem. Como cuando dos personas montan en la misma bicicleta, el niño y tú os subís al mismo instrumento. Este será uno de los temas más importantes en el curso de Madrid.

¿Cuáles deberían ser las prioridades de un buen profesor, independientemente del método que utilice?

Motivar, motivar, motivar. La motivación. ¿Por qué lo digo tres veces? Porque es fácil motivar a un niño a empezar, pero un gran porcentaje de los niños pierden el interés y lo dejan. En Finlandia se llevó a cabo una investigación y se halló que la proporción de abandono era altísima. Pero creo que es algo internacional, muchos niños pierden interés debido a la postura antinatural,  a la afinación, porque el profesor dice ”pon el meñique así”, “el pulgar de esta forma”, “está desafinado”, tanta información… Hay que enseñar de forma correcta al niño, pero de una manera muy inteligente para motivar. Y lo difícil para el profesor es mantener esta motivación. Motivar al niño, a los padres, a sí mismo. Es una tarea difícil porque nos cansamos. Espero que de alguna forma estos libros que he publicado durante 40 años den herramientas que faciliten a los profesores el mantener la motivación. Siempre tengo cuidado de no decir que estos libros son mejores que los métodos tradicionales porque nunca he visto un método tradicional de violín que sea malo. Pero creo que debido a los colores, y al enfoque tan progresivo, da la posibilidad a los profesores de motivar y progresar de forma segura.