Tabea Zimmermann es una música de una versatilidad cautivadora. Como solista y músico de cámara, actúa en todo el mundo, enseña, cultiva el talento y fomenta la colaboración. Es presidenta de varias fundaciones e inicia y encarga constantemente nuevas obras. Aunque su instrumento, la viola, sigue siendo fundamental en sus actividades, las responsabilidades de Zimmermann se han diversificado con los años, lo que le permite aportar toda su personalidad: con su amplia experiencia en conciertos, su interés por promover a jóvenes talentos y su responsabilidad social. «Para mí se está cumpliendo ahora un viejo deseo: poder contribuir a dar forma a los contenidos», resume.
Zimmermann debe su fama a la viola. A los once años, Zimmermann debutó en el escenario de la Filarmónica de Berlín. Sus éxitos en concursos de Ginebra, París y Budapest entre 1982 y 1984 la catapultaron a la fama. Poco después, dio un paso decisivo al aceptar un puesto en la Universidad de Música del Sarre, donde a los 21 años se convirtió en la profesora más joven de Alemania. Su compromiso con la enseñanza sigue siendo firme; tras ocupar puestos en Fráncfort y Berlín, regresó a la Universidad de Música y Artes Escénicas de Fráncfort en el verano de 2023. También comparte su pasión por la música en la Academia Kronberg y en algunas clases magistrales. Mantiene estrechos vínculos con muchos de sus antiguos alumnos, con los que actúa a menudo.
El énfasis de Zimmermann en la música contemporánea se vio quizá espoleado por el limitado repertorio solista tradicional para viola. En 1994 estrenó una sonata solista que le dedicó György Ligeti. Compositores como Heinz Holliger, Wolfgang Rihm y Georges Lentz escribieron obras para ella. En los últimos tiempos ha presentado conciertos en solitario de Enno Poppe y Michael Jarrell en aclamadas grabaciones en CD. Defiende apasionadamente la diversidad estilística, y argumenta que el contacto con la música contemporánea también influye en las interpretaciones del repertorio clásico: «Hace que uno interprete estas piezas de forma mucho más consciente».
Calidad antes que cantidad: siguiendo este principio, Zimmermann ha limitado desde hace algún tiempo sus actuaciones anuales a unas 50. Además de sus actuaciones como solista, Zimmermann da mucha importancia a la música de cámara y colabora con artistas como Jörg Widmann, Javier Perianes, el Cuarteto Belcea y sus antiguos colegas del Cuarteto Arcanto, que existió hasta 2016. Para Zimmermann, el atractivo de los conjuntos pequeños reside no sólo en su claridad, sino en su naturaleza igualitaria: jerarquías planas que modelan las interacciones sociales. Ella extiende este enfoque a los proyectos orquestales, dirigiendo piezas sinfónicas desde su voz central, haciendo hincapié en la comunicación y la escucha. Ha colaborado de este modo con el Ensemble Resonanz, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera y la Joven Orquesta Nacional de Alemania.
Zimmermann sigue siendo una colaboradora muy solicitada por numerosas orquestas y festivales. Ha realizado estancias con la Royal Concertgebouw Orchestra, la Filarmónica de Berlín y la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera, entre otras. La Orquesta de Cámara de Saint Paul la nombró socia artística en 2022, y en 2024 será comisaria de varios conciertos del Festival SWR de Schwetzingen. Su experiencia también es reconocida en otros campos: fue presidenta de la Beethoven-Haus Bonn durante siete años y actualmente es presidenta de la Fundación Suiza Hindemith. Este cargo refleja la versatilidad de Zimmermann; siempre ha venerado a Hindemith, y la grabación de su obra completa para viola en 2013 era un deseo largamente acariciado. Ahora, como presidenta de la fundación, tiene aún más oportunidades de elevar el perfil del compositor entre músicos, promotores y público. En octubre de 2023, se le concedió el título de miembro honorario, el más alto honor del Consejo Alemán de la Música, en homenaje a su apasionado y dedicado compromiso con la vida musical.
A Tabea Zimmermann se la verá más a menudo en esa encrucijada entre música y sociedad. Desde julio de 2023, preside el consejo de la Fundación Musical Ernst von Siemens, dedicada a promover la música contemporánea a través de un premio que ella misma ganó en 2020. Zimmermann cree firmemente que es necesario reforzar el papel de los músicos en la sociedad, especialmente tras los retos de la pandemia. A la inversa, señala: «Todos necesitamos reconsiderar lo que esperamos conseguir a través de la música». También ha creado su propia fundación, que lleva el nombre de su difunto primer marido, David Shallon. La Fundación David Shallon apoya proyectos musicales interculturales únicos, como el «Lebensmelodien» de la clarinetista Nur Ben Shalom, que revive la música judía de la época del Holocausto.
Para Zimmermann, se trata de dejar huella, no sólo en la música, sino más allá. Por sus extensas contribuciones, ha sido galardonada con numerosos premios musicales y reconocimientos sociales, entre ellos la Orden al Mérito de la República Federal de Alemania.
Tabea Zimmermann is a musician of captivating versatility. As a soloist and chamber musician, she performs worldwide, teaches, nurtures talent and fosters collaboration. She is president of several foundations and consistently initiates ad commissions new works. While her instrument, the viola, remains central to her activities, Zimmermann’s responsibilities have grown more diverse over the years, allowing her to contribute her entire personality: with her extensive concert experience, her interest in promoting young talent, and her social responsibility. “For me, a long–standing wish is now being fulfilled: that I can help shape content,” she summarizes.
Zimmermann owes her fame to the viola. At eleven years old, Zimmermann made her debut on the stage of the Berlin Philharmonie. Competition successes in Geneva, Paris, and Budapest between 1982 and 1984 catapulted her to prominence. Shortly after, she made a distinctive move by accepting a position at the University of Music Saarland, where at 21, she became the youngest professor in Germany. Her commitment to teaching remains strong; after tenures in Frankfurt and Berlin, she returned to the Frankfurt University of Music and Performing Arts in the summer of 2023. She also shares her passion for music at the Kronberg Academy and in a few masterclasses. She maintains close ties with many of her former students, often performing alongside them.
Zimmermann’s emphasis on contemporary music was perhaps spurred by the limited traditional solo repertoire for the viola. In 1994, she premiered a solo sonata dedicated to her by György Ligeti. Composers such as Heinz Holliger, Wolfgang Rihm, and Georges Lentz wrote pieces for her. In recent times she presented solo concerti by Enno Poppe and Michael Jarrell in acclaimed CD recordings. She passionately advocates for stylistic diversity, arguing that engaging with contemporary music also influences interpretations of the classical repertoire: “It makes one interpret these pieces much more consciously.”
Quality over quantity — adhering to this principle, Zimmermann has for some time now limited her annual performances to around 50. Alongside her solo presentations, she places high importance on chamber music, collaborating with artists like Jörg Widmann, Javier Perianes, the Belcea Quartet, and long–time colleagues from the Arcanto Quartet, which existed until 2016. For Zimmermann, the attraction of small ensembles lies not just in their clarity but in their egalitarian nature — flat hierarchies that model societal interactions. She extends this approach to orchestral projects, leading symphonic pieces from her central voice, emphasizing communication and listening. She has collaborated in this manner with Ensemble Resonanz, the Bavarian Radio Symphony Orchestra, and the National Youth Orchestra of Germany.
Zimmermann remains a sought–after partner for many orchestras and festivals. She has held residencies with the Royal Concertgebouw Orchestra, the Berlin Philharmonic, and the Bavarian Radio Symphony Orchestra, to name a few. The Saint Paul Chamber Orchestra named her Artistic Partner in 2022, and she’s set to curate several concerts for the Schwetzingen SWR Festival in 2024. Her expertise is also recognized in other fields: she was president of the Beethoven–Haus Bonn for seven years and is currently the president of the Swiss Hindemith Foundation. This position reflects Zimmermann’s versatility; she has always revered Hindemith, with the recording of his complete works for viola in 2013 being a long–held desire. Now, as foundation president, she has even more opportunities to elevate the composer’s profile among musicians, promoters, and audiences. In October 2023, she was awarded honorary membership, the highest honour of the German Music Council, in tribute to her passionate and dedicated commitment to musical life.
Tabea Zimmermann will be seen more often at such crossroads between music and society. Since July 2023, she chairs the board of the Ernst von Siemens Music Foundation, which is dedicated to promoting contemporary music through an award she herself won in 2020. Zimmermann firmly believes that musicians’ roles in society need strengthening, especially after the challenges of the pandemic. Conversely, she notes, “We all need to reconsider what we hope to achieve through music.” She has also established her own foundation, named after her late first husband, David Shallon. The David Shallon Foundation supports unique, intercultural music projects such as the “Lebensmelodien” of clarinetist Nur Ben Shalom, which revives Jewish music from the Holocaust era.
For Zimmermann, it’s all about making an impact, not just in music but beyond. For her extensive contributions, she’s been honored with numerous musical awards and societal recognitions, including the Order of Merit of the Federal Republic of Germany.